En las notas de aquel piano de ayer
que nacieron tus manos de niña…
quedó la melodía de un Mundo ya perdido
en los vestigios de ese ver
que se hace ala en las palmas del Tiempo.
Dulce fue el vuelo en las líneas de un cielo
que huyó por el verde de tus ojos
y trazó la frontera de aquel nuestro querer.
Hoy todo se cumple allá… al otro lado,
donde trazamos nuevos límites al Mundo
y hasta tiembla la Tierra tan solo de mirarnos.
En las notas de aquel piano de ayer
que nacieron tus manos de niña…
te vi con el color de lo increíble
y te convertiste en el Nombre, mi amor,
en lo nombrado.