Aspiro a que estas palabras sean ininteligibles, porque lo que busco es precipitarme al fondo del abismo. Infierno o cielo, ¿qué importa? Hay que ir hasta el fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo.

viernes, 25 de marzo de 2022

Hethatia


(Detrás queda la casa… (nuestra casa) donde arden las fiebres de aquellos que -a deshora y a cambio de otros dones- tatuaron las cenizas de ayer en sangre, en tiempo, en máscaras de arcilla).

 

No. No te quiero apartar.

 

Yo camino a tu lado,

aunque a veces no entiendas que te llamo.

Tú eres cuanto tengo

en este mundo de sombras que me envuelve.

Y aquí estoy -vestido de fantasma para amarte-

poniéndote a los pies este misterio

con el que nadie te ha mirado jamás.


Ven… No te detengas.

Escribe la señal.

Volvamos a entendernos.

 

El secreto de tus manos es la luz del relámpago

que abre las puertas de mi vida.

Y yo soy el que te sueña por nombrarte,

paloma mía.

 

Esteban D. Fernández

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