Qué importa que nos cierren las puertas,
que confundan las huellas, que nos truequen los años…
nada podrá impedir que yo abra ventanas y sonrisas
en un halo de luna que ilumina tus ojos…
en un breve contacto.
Nada impedirá que yo venga de lejos
y mi voz se haga hilo en tu sueño,
por demás, esperado…
si el fuego de tus manos hace nido en el Tiempo
y en tus alas el viento es testigo del vuelo
que nos guía los pasos.
Nada podrá impedir que yo abra ventanas y sonrisas
en un halo de luna que ilumina tus ojos…
en un breve contacto.
ESTEBAN D. FERNÁNDEZ
DEL POEMARIO: «EL DOBLAR DE LO INEFABLE»
(2024)
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