Y llega el tiempo…
un tiempo preñado de sombras que quieren decirnos cosas.
Nunca me fui del lugar
ni jamás cerré la puerta que se entreabría a la historia.
Quizá sólo fue el camino que vino rastreando el paso
pa’ no perderte la huella…
confundiendo las fronteras de los vivos,
dejando luz y señal sobre las tumbas abiertas
donde se alzan los muertos que no han partido,
y que duelen en los ojos y en el pecho
cuando los veo, mi amor, trasluciendo tu vestido.
Esteban D. Fernández
Del Libro de Poemas: “Desde la amante sombra” (2020)
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